¡No tuve la suerte de tener una piel estupenda! Crecí en Wyoming, donde teníamos inviernos duros y veranos calurosos y, en aquel entonces, no pensábamos mucho en la salud de la piel. No fue hasta que cumplí 19 años y sufrí de un acné terrible que comencé a pensar en la salud en general. Me obsesioné con estudiar la salud y la curación naturales y comencé a experimentar con la formulación de mis propios productos, con resultados asombrosos.

Con el paso de los años, esa pasión por la salud natural se ha convertido en una línea de cuidado de la piel diseñada para personas con problemas reales de piel. El deseo de crear productos limpios, naturales y a base de plantas se vio reforzado cuando a mi madre le diagnosticaron cáncer en 2016. ¡Mi misión es crear productos que todos puedan usar de manera segura y que brinden resultados reales!